Esta técnica ofrece incontables beneficios en relación con otros tratamientos. A saber:

No es invasiva, por lo que no requiere acudir al quirófano.

No implica tiempo de inactividad o recuperación, permite retomar las actividades diarias sin inconvenientes.

No eleva los niveles de triglicéridos en sangre.

La adiposidad es eliminada de forma gradual y natural, no predisponiendo de este modo a la flacidez de las zonas tratadas.

Es de alta efectividad, pues se evidencia la disminución de la grasa localizada en poco tiempo.

Permite el tratamiento de varias zonas al mismo tiempo.

Los cambios comienzan a percibirse pasados unos 15 días de culminado el tratamiento. En tanto, la reducción del volumen es medible a partir de los 2 a 4 meses posteriores, que es el tiempo que demoran en morir los adipocitos.